"pieles" videoescultura

3´43"
video monocanal con sonido proyectado en la escultura "Macropiel"

La propuesta de “pieles” quiere enfatizar ese gran órgano cutáneo como el lugar, el medio y el fin de donde recogemos todo tipo de información que nos envuelve proporcionándonos dosis de contacto táctil necesaria para cada uno de nosotros. Esa dosis es unipersonal e intransferible. La necesidad de contacto entre las personas viene determinado por indefinidos factores desarrollados a lo largo de nuestras vidas.
La piel como órgano que nos define, nos caracteriza, nos identifica, a la misma vez que nos separa del resto, nos aísla, nos delimita, pero a través del cual nos comunicamos con el entorno. El área de la piel contiene infinidad de terminaciones nerviosas que nos dan información del exterior de nuestro cuerpo, como es la temperatura, la presión, el dolor, la sensibilidad táctil (como identificar diferentes texturas, formas, materiales…) … en definitiva, sensaciones que organizamos en nuestra memoria. El proyecto “pieles” hace una aproximación al órgano en sí de la piel. La piel, ese abrigo aterciopelado de células y proteínas que mantiene dentro y al resto del mundo fuera. Es nuestra coraza, nuestro radiador, nuestra entrada para el dolor y el placer. Es el órgano más grande del cuerpo. Suave y sedosa a la vista y al tacto. Perdemos 600.000 partículas de piel a la hora, medio kilo al año. La piel abarca más de 2 m₂, pesa 3 kg y constantemente estamos creando piel nueva.
En los tiempos que estamos viviendo se nos ha delimitado el contacto entre personas, con la sensibilidad táctil podemos alcanzar sensaciones de placer y no podemos olvidar que es necesaria para poder mantener una saludable riqueza emocional. La distancia social que vivimos en la actualidad aísla de emociones a muchas personas que viven solas en sus casas.

¿Sabías que si no tenemos contacto físico nuestro organismo segrega una hormona llamada cortisol? En nuestro cuerpo cuando hay un alto nivel de cortisol desencadena depresión, por lo tanto, sino hay contacto físico se desencadena una depresión. Si tenemos contacto físico bajan los niveles de cortisol en sangre y disminuye la probabilidad de que se desarrolle una depresión. Esta reacción en nuestro organismo seguramente sea debida a que los seres humanos nos consideramos seres gregarios, seres que estamos organizados como animales mamíferos para vivir en comunidad y en grupo, hay una necesidad de grupo para mantener la estabilidad del grupo y la estabilidad individual mental para mantener la fuerza del grupo. Todos estos estudios han salido a la luz a raíz del confinamiento, ya que anteriormente no se había vivido un confinamiento físico a nivel global a gran escala. Esta es una de las consecuencias de no tener contacto físico.

Mi proyecto se basa en mostrar esa necesidad de contacto físico entre las personas mediante la exposición de todo ese órgano para poder conectar entre nosotr@s. Quiero exponer la necesidad de contacto entre las personas con la distancia social que posteriormente a la pandemia ha dejado como sello de comportamiento social.

La (an)extasia desbanca a la estética del dolor. Hoy el dolor está desconectado de la dialéctica estética, se le priva del lenguaje para reducirlo a un asunto de estética medicinal.

“el arte es el mago que salva,
que proporciona remedios y
que hace desaparecer el insoportable
del horrible en la existencia.”
Nietzsche

https://youtu.be/C6RzI8PkzEQ

Factsheet

Dimensions
85cm, 70cm, 70cm (Height, Width, Depth)
Weight
3kg
Year
2022
Material
Video, Marble, Plaster
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